Terapias alternativas durante el embarazo
Terapias alternativas durante el embarazo
Se trata de una tendencia creciente a lo largo de los últimos años: gran cantidad de embarazadas recurren a terapias alternativas. El objetivo es bien claro: paliar, en mayor o menor medida, las molestias propias no sólo de la gestación sino también del parto, tanto para la futura mamá como para el bebé.
Las terapias alternativas aportan, de partida, una estimulación adicional a los procesos naturales del embarazo. Sus ventajas son tanto curativas como preventivas, aunque deberás desarrollarlas siempre bajo una muy estricta vigilancia médica.
Todo ello ayudará a prevenir riesgos innecesarios y a disminuir las complicaciones asociadas al parto.
Vamos a verlas …
Reiki
La práctica del Reiki te ayudará tanto a relajarte a ti como al posterior desarrollo emocional y físico de tu bebé, con bastante más posibilidades de percibir tu propio equilibrio y ser un bebé más tranquilo. También contribuirá a una mayor conexión entre el bebé y la madre durante el parto.
Aromaterapia
La aplicación, regular, de masajes en el perineo con aceites esenciales y de germen de trigo a lo largo de las tres últimas semanas de la gestación disminuye considerablemente la posibilidad de una episiotomía (incisión quirúrgica, precisamente en el perineo, a fin de ampliar el canal «blando» para abreviar el parto y apresurar la salida del feto).
Reflexoterapia
Resulta especialmente útil de cara a evitar los edemas causados por retención de fluidos durante la gestación, gracias a su carácter eminentemente evacuante. Ayuda, al igual que el shiatsu, al desarrollo de las contracciones en el parto.
Shiatsu
Estimula de manera natural las contracciones en el momento de la gestación. Se evitan así no tan sólo los dolores propios del parto sino, también, los efectos secundarios de la petidina o de la anestesia epidural.
Moxibustión
Ha de ser aplicada durante las últimas cinco semanas de embarazo. Ayuda a la manipulación correcta del feto para cambiar su posición. Su práctica es de gran utilidad para minimizar la incidencia de una posible cesárea.
Yoga
Es una de las mejores terapias alternativas, de lejos una de las más recomendables pero siempre guiada por un maestro o maestra que recomiende posturas acordes a tu estado. Notablemente beneficioso para ti y para tu bebé, esta práctica, oriental y milenaria, genera ventajas incuestionables para ambos durante la gestación.
El denominado yoga prenatal te ayudará a mantenerte flexible y beneficiará, igualmente, tu riego sanguíneo, un factor especialmente útil en una etapa en la que pierdes, progresivamente, tu capacidad de maniobrabilidad y movilidad.
El yoga prenatal es una manera alternativa de ejercitar tu musculatura y te ayudará a combatir, cómo no, tus posibles estados de preocupación y estrés, ya que mediante ejercicios de respiración aprenderás a controlarlos mejor.
No obstante, no debes olvidar, durante su práctica, que ésta debe ser adecuada a tus circunstancias corporales, que irán evolucionando. Por todo ello, debes evitar posturas en las que puedas perder el centro de gravedad de tu cuerpo y, por lo tanto, el equilibrio.
A partir del cuarto o quinto mes, deberás evitar aquellas posturas que requieran recostarte completamente sobre tu espalda. Esto podría causar una presión excesiva sobre tus venas, perjudicando notablemente a tu riego sanguíneo. Nunca sobreestires más de lo estrictamente necesario para tus ejercicios, ya que la postura podría llegar a ser flexible en demasía para tu nuevo estado.
Pilates para embarazadas
Esta actividad, al tener un carácter sensiblemente más «físico» que las anteriores, requiere de la aprobación y posterior seguimiento de un médico ginecólogo. También el propio instructor de Pilates debe estar al tanto de la condición de embarazada de su nueva pupila, para adecuar los ejercicios a su estado.
Los principales beneficios que aporta el ejercicio de Pilates son:
* Ayudar a que la embarazada disminuya sus molestias.
* En líneas generales, facilita a la mujer una mayor conciencia de su físico, esto es, estar a gusto con las transformaciones del cuerpo y a lucir un aspecto más saludable.
* Fortalece la musculatura pélvica, favoreciendo de este modo el parto.
* Como ejercicio, ayudará sin duda a disminuir la ansiedad.
* La flexibilidad y el relajamiento corporal alcanzarán su punto más alto gracias a esta técnica.
* Lograrás una mayor oxigenación.
* Disminuirán los dolores de espalda.
* Aumenta la circulación de las piernas.
* Promueve un mayor acondicionamiento cardiovascular.
* Facilita que aumente la concentración, propiciando que se concilie mejor el sueño y se reduzca la fatiga.
Excelente artículo y muy ilustrativo.
Enhorabuena por la buena presentación que os caracteriza en todos los artículos que haceís .
Como terapia durante el embarazo entre las que citaís , os añado el Tai Chi , ya que favorece la coordinación, mejora la circulación sanguínea, y alivia las alteraciones nerviosas típicas del embarazo.
Se puede practicar a partir del primer trimestre, y hasta el final del embarazo, controlado por un profesional idóneo en gestación , no posee contraindicaciones.
Particularmente , en mis dos embarazos lo he practicado , y me fué muy bien .
Un afectuoso saludo Y aquí teneís a una fiel seguidora .