Los neumólogos desaconsejan el uso del cigarrillo electrónico para dejar de fumar

Los neumólogos desaconsejan el uso del cigarrillo electrónico para dejar de fumar

Médicos especialistas de la Sociedad de Neumología y Cirugía Torácica han desaconsejado tajantemente el uso del cigarrillo electrónico para dejar de fumar, ya que no se ha demostrado científicamente que logren su objetivo, pues no logra que los fumadores corten con el hábito si siguen llevándose el cigarro a la boca.

Los cigarrillos electrónicos están siendo estudiados para conocer su inocuidad, es decir, los componentes que llevan.

Según la FDA (Food and Drugs Administration of USA), un análisis de laboratorio de muestras del cigarrillo electrónico ha encontrado que contienen carcinógenos y sustancias químicas tóxicas como el dietilenglicol, un ingrediente usado en anticongelantes.

Vamos a ver como funcionan y que contienen estos polémicos cigarrillos electrónicos .


Los denominados cigarrillos electrónicos son dispositivos con forma de cigarrillo a batería que expulsan nicotina cuando son inhalados y buscan emular la experiencia de fumar.

No emiten humo, sino que atomizan una sustancia que puede contener nicotina o sólo esencias, como menta, vainilla o manzana, emitiendo vapor similar en apariencia al humo del cigarro. Cuestan en torno a los 50 euros y necesitan recargas que cuestan entre 6 y 8 euros,

Comercializados como ‘Cigtronic’, ‘Cigarclean’ o ‘E-cigarette’, se anuncian con frecuencia como un método que ayuda a dejar de fumar o una ayuda para que los fumadores eviten tener que encender un cigarro en sitios donde está prohibido.

«No se ha demostrado que los cigarrillos electrónicos ayuden a dejar el hábito del tabaco». «Los cigarrillos electrónicos no son para dejar de fumar, a pesar de lo que afirmen quienes los venden.

Estos productos se definen a sí mismos como productos no sanitarios, las agencias reguladoras no se manifiestan en contra, mientras no se atribuyan propiedades específicas de productos sanitarios o medicamentos. No obstante, a juicio de la OCU, «es importante que se regule el uso de estos dispositivos en espacios públicos» porque dan mal ejemplo a los jóvenes.

La agencia del medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) analizó recientemente varias de las marcas más vendidas de estos cigarrillos y descubrió «sustancias tóxicas en uno de ellos, más nicotina de la que declaraban en otros, y en gran parte compuestos cancerígenos como nitrosaminas».

En algunas páginas se anuncian como dispositivos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dejar de fumar, pero la propia OMS publicó una nota desmintiéndolo.

De hecho ya en septiembre de 2008 la OMS alertó contra el uso del cigarrillo electrónico, que podría no ser seguro.

La OMS sabe que no hay evidencia científica hasta ahora que confirme que el cigarrillo electrónico sea un dispositivo seguro y eficaz para dejar de fumar «Los cigarrillos electrónicos están compuestos por un tubo de metal con una cámara que contiene nicotina líquida en un cartucho recargable.

Los fumadores dan caladas pero no lo encienden, lo que lleva a muchos a usarlo para evitar las prohibiciones de fumar en los espacios públicos.

Sin embargo,el usuario inhala nicotina «junto con otros muchoscompuestos tóxicos de los que no estamos seguros», dijo Douglas Bettcher, director interino de la Iniciativa Sin Tabaco de la OMS.

«La Organización Mundial de la Salud sabe que no hay evidencia científica hasta ahora que confirme que el cigarrillo electrónico sea un dispositivo seguro y eficaz para dejar de fumar», dijo Bettcher. «Aún no se han hecho las pruebas toxicológicas y los exámenes clínicos sobre este producto».

El cigarrillo electrónico aún tiene que ser reconocido como una terapia legítima como el chicle, los parches o las pastillas de nicotina que ayudan a los fumadores a superar su adicción a la nicotina, dijo el organismo de la ONU.

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