Carlos González habla acerca de coger a los niños en brazos
» Si de pequeño, cuando sí pedía ir en brazos y sí pedía que le hicieras caso todo el rato no le hacías caso y le dejabas llorar, bueno, eso que se ha perdido y eso que te has perdido tú como padre . » Carlos González
Según este famoso pediatra y escritor , a los bebés hay que darles todo lo que ellos necesitan a cada momento, mientras no sea nocivo para su salud, y los brazos de los padres como bien sabemos no son peligrosos, entonces …. ¿por qué no ha de disfrutarlos el bebé?
Diversos estudios demuestran que los bebés que pasan más tiempo en brazos y son acunados con regularidad ganan peso antes, se muestran más resistentes a las enfermedades y lloran menos .
Entre sus grandes y numerosas ventajas , los niños cargados en brazos acostumbran a ser más independientes y tener mayor autoestima, ya que se han sentido amados y atendidos por sus padres desde el primer momento, lo cual les proporciona una gran sensación de seguridad y tranquilidad.
Vamos a ver los comentarios que realiza Carlos Gonzalez sobre este tema en esta interesante entrevista .
Malacostumbrarse es acostumbrar a algo malo
Como comenta en la entrevista, malacostumbrar podría definirse como acostumbrar a un bebé a hacer algo malo o acostumbrarle a recibir un trato no adecuado.
Acostumbrarse a llorar porque alguien ha decidido que no debe cogerte es algo negativo para un bebé, porque los bebés utilizan el llanto, precisamente, para solicitar lo que necesitan.
Si estar en brazos de sus padres es una necesidad y el llanto es el mecanismo de llamada, los padres deberían coger al niño en brazos si llora para satisfacer dicha demanda.
¿Entonces hay que cogerlo siempre que llora?
“A ver, siempre, siempre, siempre, en este mundo es imposible”.
Como explica, a un niño que llora hay que cogerlo siempre que se pueda y sea eso lo que quiera.
Si llora porque te estás duchando y quiere estar contigo, pues es evidente que no podrás cogerlo, si llora porque está intentando salir al balcón pero no quieres que salga porque hace frío y lo coges, lo más probable es que se enfade aún más por cogerlo en brazos, porque lo que él quiere no es eso, sino que le abras la puerta.
Dicho de otro modo, a los niños hay que darles aquello que necesitan si no es peligroso o nocivo para ellos.
Los brazos de papá y mamá no son peligrosos ni nocivos, sino todo lo contrario, son el resguardo que un bebé necesita, precisamente, cuando ha sentido peligro.
No hace falta acostumbrarles a vivir sin brazos
“Si se acostumbra a estar en brazos, luego no querrá vivir sin ellos”.
Más o menos así es la frase típica que se suele decir.
Si le damos la vuelta a esta frase deberíamos decir que, para que un niño pueda vivir sin pedir los brazos de sus padres, deberíamos acostumbrarles a no ser cogidos.
Lo curioso es que, como explica Carlos González, si ponemos ante nosotros a dos niños de 6 años, criados de un modo diferente, uno de ellos con tantos brazos como ha querido y el otro siendo acostumbrado desde pequeño a vivir sin ellos, nadie verá una diferencia en cuanto a necesidad de brazos porque ninguno de los dos pedirá ni querrá los brazos de su padre o su madre.
En pocas palabras, no es necesario enseñar a no pedir brazos, porque cuando un niño crezca, simplemente, dejará de necesitarlos.
Los brazos de papá y mamá no son un capricho, son una necesidad afectiva, son un abrazo, son amor, cariño y caricias, son la seguridad en momentos de crisis, son el sustento cuando el cansancio arrecia, son besos que llegan por todas partes, son el descanso del guerrero, son…
» Si de pequeño, cuando sí pedía ir en brazos y sí pedía que le hicieras caso todo el rato no le hacías caso y le dejabas llorar, bueno, eso que se ha perdido y eso que te has perdido tú como padre . » Carlos González
Interesante el artículo, muchas gracias.
Al leerlo me ha hecho recordar el método Stivill.
Este pediatra en esta entrevista , al menos , nos ayuda a tomar conciencia de la importancia de sentir un abrazo cuando se necesitan . En nuestra más frágil infancia .
El método Stivill lo encuentro demasiado severo para esas cortas edades .
¿ Cúantos abrazos nos habemos perdido ó como padres no habemos sabido ofrecer ?
Muchas gracias por ofrecer este tipo de información y enhorabuena por el Blog .
Bendiciones .
Hola Beatriz , muchas gracias por tu comentario.
Yo también estoy en desacuerdo con el método Estivill , me parece un tanto frío dejar llorar así a los bebés ; pero siempre hay que contrastar las informaciones y los métodos de educación . Luego elegir el que más nos interese .
Eso sí , lo más importante , guiarse siempre por el instinto maternal ó paternal . Este al menos nunca falla .
¿ Acaso te dice tu propio instinto que dejes llorar a tu hijo ?
Bueno , pues eduquemos desde nuestro corazón .
Me alegro que te guste el Blog , recibe un abrazo .
El artículo es excelente, con mi mujer somos padres desde hace 4 meses, y desde un principio hemos intentado seguir la crianza con apego, tratando de interpretar cada una de las necesidades reclamadas con el llanto. Lo que se hace difícil es tratar de hacer caso omiso a las constantes críticas de abuelos y amigos: «que la vas a malcriar», «que te tomó el tiempo», «después te vas a arrepentir porque no te la vas a poder sacar de encima»…. El otro día mi suegra le dijo a mi mujer mientras la nena lloraba y la alzaba en brazos «esa nena es una quisquillosa» a lo que mi mujer le respondió, ya ofuscada: «no es ninguna quisquillosa está pidiendo que necesita un abrazo»… Un abrazo…
Es vrd, es más difícil tener que lidiar con las opiniones y los consejos no pedidos.
Es triste como esta vida moderna puede a veces puede más que el instinto paternal de muchas parejas. Es cierto que es difícil siendo trabajadores pero no concibo como se le puede negar a un bebe el afecto que tanto necesita