Las vitaminas E, un grupo de vitaminas liposolubles que ayudan a prevenir el estrés oxidativo del cuerpo entre otras cosas, y que contienen alimentos como los cacahuetes, el brócoli, los tomates, los espárragos, los kiwis o la calabaza, han resultado ser cruciales para la salud neuronal, según las conclusiones del último estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Oregon (EE.UU.) y que recoge la revista The Journal of Lipid Research.

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El experimento se llevó a cabo con especímenes de pez cebra que fueron alimentados con una dieta deficiente en vitamina E durante toda su vida.

El empleo de peces cebra en los laboratorios ya es común debido a que es transparente los primeros días de desarrollo embrionario y permite visualizar la formación de las células en tiempo real. Además su similitud genética con el ser humano es del 70%.

Los resultados del estudio revelaron que esa falta de vitamina E causó daños en el cerebro, por la interrupción del suministro de nutrientes que son cruciales para la salud neuronal.

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Así, los peces cebra con deficiencias en esta vitamina tenían los niveles de DHA-PC (componente de la membrana celular de las neuronas) un 30% más bajos que los peces que fueron alimentados con una dieta equilibrada y con alimentos ricos en vitamina E. En los seres humanos, la deficiencia de DHA-PC ha sido asociada a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

“No se puede construir una casa sin los materiales necesarios. En cierto sentido, si la vitamina E es inadecuada, estamos recortando en más de la mitad de la cantidad de materiales con los que podemos construir y mantener el cerebro”, explica Maret Traber, líder del estudio.

Además, los peces también mostraron unos niveles anormalmente bajos (un 60% menos) de lysoPLs (lisofosfolípidounos), compuestos necesarios para obtener DHA en el cerebro.

El ácido docosahexaenoico o DHA es clave en el desarrollo cerebral, la memoria y el aprendizaje. No en vano es uno de los nutrientes más importantes obtenidos a partir de ácidos grasos omega-3.

“Hay pruebas cada vez más claras de que la vitamina E se asocia con la protección del cerebro, y ahora estamos empezando a comprender mejor algunos de los mecanismos subyacentes.

Esta investigación demostró que es necesaria la vitamina E para prevenir una dramática pérdida de una molécula de importancia crítica en el cerebro y ayuda a explicar por qué es necesaria la vitamina E para la salud del cerebro”, sentencia Traber.

Fuente muyinteresante.es