Alimentos para prevenir y aliviar las llagas en la boca

Alimentos para prevenir y aliviar las llagas en la boca

Las llagas bucales son úlceras pequeñas en el interior de la boca. Son molestas, dolorosas y bastante comunes en la población adulta, ya que algunas de sus causas -como el estrés emocional o los cambios hormonales- son también habituales.

Pero las llagas pueden tener su origen en déficits nutricionales o alergias alimentarias y, del mismo modo, ciertos alimentos ayudan a prevenirlas o alivian el malestar.

Llagas bucales, ¿qué son y por qué se forman?

Las llagas bucales son úlceras pequeñas con la base gris o blanca y el borde rojo. Pueden formarse una o varias a la vez y son muy comunes y repetitivas. Son llagas abiertas y dolorosas, conocidas también como aftas o úlceras bucales.

Es importante no confundirlas con los herpes labiales o las úlceras febriles (llamados «fuegos» o «calenturas») porque tienen causas y tratamientos distintos. La diferencia principal es clara: las llagas se forman siempre dentro de la boca, mientras que los herpes y las úlceras febriles se localizan fuera.

Las llagas pueden deberse a infecciones virales, aunque la mayoría de las veces no resulta sencillo determinar su origen, ya que hay múltiples causas posibles. Entre ellas:

* Lesión bucal debido a un arreglo dental.
* Estrés emocional.
* Carencia de ciertas vitaminas y minerales (en especial, hierro, vitaminas del grupo B y ácido fólico).

* Períodos menstruales.
* Cambios hormonales.
* Reacción alérgica a uno o varios alimentos.

También puede haber un componente hereditario y las mujeres son más propensas a contraerlas que los hombres.

Pautas dietéticas para prevenir llagas en la boca

Los únicos nutrientes que se han identificado y relacionado con las afecciones en la boca son algunas vitaminas y el hierro. Entre las primeras, resaltan las del grupo B, abundantes en alimentos ricos en proteínas, tanto vegetales como animales:

* Vitamina B2 o riboflavina. Además de grietas en las comisuras de la boca y otras afecciones de la piel, su déficit también se relaciona con la anemia. Es una vitamina que se encuentra en el pan, debido a la levadura, los cereales integrales, las verduras de hoja verde, la leche y los huevos.

* Niacina o vitamina B3, presente en carnes rojas y blancas, pescados, cereales fortificados con esta vitamina, cacahuetes, lácteos y huevos.

* Ácido fólico. Al igual que la vitamina B2, se encuentra en las verduras de hoja verde. Su abundancia es mayor en las lentejas, las habas y los guisantes. Como ocurre con la vitamina B2, su carencia favorece la anemia. No obstante, en dosis altas puede ser perjudicial, por lo que la ingesta de suplementos debe controlarse por un médico. La carencia de esta vitamina es muy frecuente en mujeres embarazadas, las cuales tienen también riesgo de anemia y alteraciones bucales.

* Vitamina B12 o cobalamina. Presente en carnes, mariscos y lácteos, al igual que la niacina, requiere el consumo de alimentos de origen animal.

* Vitamina C. Su carencia no provoca úlceras bucales, pero sí encías inflamadas y sangrantes. Se localiza en los cítricos, sobre todo, y en todo tipo de frutas y verduras. Las personas fumadoras tienen a menudo necesidades mayores de vitamina C.

Alimentos funcionales para mantener la salud bucal

Un alimento se considera funcional cuando, además de destacar por sus propiedades nutritivas, contiene ciertos elementos cuyo consumo diario -en una dieta equilibrada- contribuye a mantener o mejorar nuestro estado de salud y bienestar.

Hay dos tipos de alimentos funcionales que se han relacionado con la salud oral: los alimentos probióticos y los que contienen omega-3, por su poder antiinflamatorio. Un estudio realizado en la Universidad de Kentucky demuestra la potencial actividad antibacteriana de los ácidos grasos omega-3 frente a los patógenos orales.

* Los alimentos probióticos de forma natural son los yogures frescos y las leches fermentadas.
* Los alimentos naturales ricos en ácidos grasos omega-3 son los pescados, el aceite de girasol y los frutos secos.

Por otra parte, se deben evitar los alimentos muy calientes, duros o muy condimentados para impedir que aumente el dolor.

Conviene en cualquier caso, realizar una correcta higiene bucal, pero con cuidado, pues podemos agravar las llagas si nos cepillamos con mucha fuerza.

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