¿Qué tiene de especial el té blanco en su composición para hacerlo tan rico en antioxidantes? Hay un aspecto curioso que seguro te llama la atención: el té blanco se obtiene en realidad del té verde.
Les diferencia que, en su recolección, se suele aguardar a la llegada de la primavera para coger exclusivamente sus brotes más tiernos.
Su forma viene a ser como una especie de vello blanco muy delicado, y es ahí, en esa parte tan fina de la planta, donde se concentran los mayores nutrientes y la mayor energía.
Dada su delicada recolección, se sabe que era el té favorito de la realeza china, en especial de la Dinastía Tang (618 – 907 d. C.).
Hay textos que datan del año 1200 en los que se habla del té blanco como unas delicadas hebras del color de la plata que debían cogerse muy suavemente con los dedos sin “aplastarlas”, para ser cocidas al vapor y, después, someterlas a un cuidadoso proceso de secado.
Como podemos ver, el té blanco era considerado una bebida tan exclusiva como costosa, dirigida solo a las clases más altas de la sociedad, y cuya finalidad era siempre la de favorecer la eterna juventud y mejorar la salud cardíaca.
Existe además una leyenda que nos dice que el té blanco confería la inmortalidad.
De ahí que solo pudieran elaborarlo personas afines a la realeza que conocían ese secreto por el cual la familia real disfrutaba “siempre” de una salud excelente. ¡Muy curioso!
Según la revista “BioMed” de medicina natural alternativa, el té blanco es el antioxidante más potente de la naturaleza, por encima incluso que el té verde.
En el estudio llevado a cabo en la Universidad de Kingston se llegó a comparar las propiedades de esta planta con otras 21.
Los antioxidantes del té verde ayudan a mantener unidas las enzimas que dan consistencia al colágeno y la elastina, de forma que las arrugas tardan más en aparecer e incluso logra atenuar su incidencia.
Dada su capacidad para ofrecer firmeza, es ideal para esas épocas en que deseamos bajar de peso pero además, evitar la molesta flacidez.
No olvidemos que el té tiene la capacidad de acelerar nuestro metabolismo, así que el té blanco sería una opción más que acertada para incluir en nuestra dieta cuando queramos adelgazar con salud.
Otro dato de gran valor que descubrieron en este estudio es que el té blanco reduce la inflamación asociada a la artritis reumatoide, de ahí que sea muy valioso para todos los pacientes aquejados por esta dolencia.
Si bien el té blanco es el mejor recurso natural para fortalecer las enzimas que producen colágeno y elastina. Tras él tendríamos también al té verde, el té de rosas, las granadas y el anís.
Es interesante saber también que el té blanco es muy rico en flúor, por tanto nos protege contra las caries dentales.
¿Sabías también que es muy eficaz para combatir la fatiga física y mental? Así es, además mejora la concentración y memoria.
Fuente mejorconsalud.com
Deja tu comentario