¿Sabías que la ortiga es uno de los mejores diuréticos que nos puede ofrecer la naturaleza?
Conocida por sus pelos urticantes, la ortiga siempre fue apreciada por sus propiedades medicinales. En el siglo I d. de C., el médico griego Dioscórides enumeró una serie de usos: las hojas frescas picadas como emplasto para heridas sépticas, el jugo para las hemorragias nasales y las hojas cocidas mezcladas con mirra para estimular la menstruación.
De la ortiga se utilizan las hojas, tallos, y en menor medida el rizoma o las otras partes de la planta, así como el jugo fresco prensado.
Puede utilizarse seca o recién recogida. Con fines medicinales se recolecta en los meses de mayo, junio, julio y agosto, aunque no hay problema en recolectarla a lo largo de todo el año.
Con fines alimenticios o agrícolas, se puede recolectar en cualquier periodo, aunque, antes de la aparición de las flores, la planta es más tierna.
La Ortiga es nuestra mejor planta para purificar la sangre y al mismo tiempo para activar su formación. Siendo un buen estimulante del páncreas, la infusión de Ortiga hace rebajar el azúcar en la sangre.
Tiene un gran contenido en hierro y clorofila, por lo que uno de sus usos más populares es como tratamiento de la anemia.
Es muy conocida entre las mujeres lactantes, ya que la ortiga tiene una notable propiedad galactogoga, es decir, estimula la secreción de prolactina que aumenta la producción de leche materna.
La ortiga también se utiliza en la industria cosmética sobre todo para el cuidado del cabello, ya que es ideal para tratar problemas capilares como la caspa o el exceso de sebo que pueden producir la caída del pelo además de picores y otras molestias.
Para estos casos, conviene lavar el pelo con infusión de ortiga, a la que se le puede añadir manzanilla o romero.
La ortiga es muy nutritiva y se puede consumir fresca, cocinada como cualquier otra verdura, pero para el tratamiento de dolencias es recomendable realizar infusiones y tomar al menos 3 vasos al día para apreciar su efectividad.
El té de ortiga se puede preparar con hojas secas o frescas (se recomiendan las hojas superiores de la planta, de no ser así es mas amargo).
Mercedes Martín Sánchez
Naturópata
Deja tu comentario