La medicina ha avanzado tanto que ya nadie está sano.
Aldous Huxley
Estamos asistiendo a una nueva forma de medicalización de la vida, denominada «disease mongering», que consiste en crear enfermedades o ampliar los límites de lo que las define para incrementar la venta de medicamentos y servicios de salud.
Equiparar procesos de la vida cotidiana, molestias leves y factores de riesgo a enfermedad, expande el mercado de la empresa farmacéutico-sanitaria.
¿Qué es la medicalización?
La medicalización es un proceso que consiste en convertir aspectos de la vida cotidiana en patologías con la intención de justificar la necesidad de atención médica y tratamiento de las mismas. Este fenómeno ha ido tomando diferentes formas a lo largo de la historia, y la que corresponde a nuestro tiempo (era de ciencia y tecnología), es lo que en el mundo anglosajón se ha denominado «disease mongering».
«Disease mongering» literalmente significa que se dedica a la enfermedad; pero en este caso con un matiz peyorativo, refiriéndose a quien se dedica a inventar enfermedades o a ampliar el margen de lo que se considera patológico, con el fin de incrementar la cifra de enfermos o personas en riesgo de enfermar y con ello, la venta de medicamentos y servicios de salud.
¿Cómo se crean enfermedades?
Las empresas farmacéuticas financian los estudios destinados a evaluar los medicamentos que comercializan y los que definen las enfermedades a las que se dirigen; estudios que llevan a cabo médicos que posteriormente tratarán dichas enfermedades. Así mismo, patrocinan campañas de concienciación de la población y docencia para médicos.
El «disease mongering» es la estrategia básica empleada por la empresa farmacéutico-sanitaria para expandir su mercado y perpetuar la necesidad de sus servicios. La clave reside en medicalizar los procesos más frecuentes para aumentar la rentabilidad. Así, en los últimos años, se ha centrado la atención en cosas que afectan a la mayor parte de la población: procesos de la vida cotidiana, síntomas leves y factores de riesgo.
1- Procesos de la vida cotidiana y síntomas leves
Etapas normales de la vida que requieren un periodo adaptativo, rasgos de personalidad, el estado de ánimo y sus variaciones e incluso problemas sociales han pasado a ser indicación de estudio y tratamiento:
La calvicie ha sido incluida en el catálogo de entidades clínicas como «Alopecia Androgenética Masculina» y descrita como posible fuente de trastornos emocionales
La aplicación del concepto actual de fobia social conlleva su confusión con la timidez marcada. En Australia, una compañía farmacéutica declaró que un millón de ciudadanos la padecían y que podían beneficiarse de un tratamiento antidepresivo
El hábito intestinal irregular puede catalogarse como Síndrome del Intestino Irritable, constituyendo una indicación de tratamiento laxante
El solapamiento entre la preocupación justificada y la definición de ansiedad, está repercutiendo en la extensión del consumo de ansiolíticos
El niño inquieto con dificultad para concentrarse es susceptible de ser diagnosticado de Síndrome de Déficit de Atención con Hiperactividad, tributario de tratamiento con psicoestimulantes
Otros procesos como el embarazo, la menopausia, la reacción de duelo, la tristeza o el envejecimiento también son objeto de «disease mongering» en la actualidad
2- Factores de riesgo
Factor de riesgo es todo aquello que incrementa la probabilidad de sufrir una enfermedad en una población. Es importante aclarar que factor de riesgo no es sinónimo de enfermedad (sólo supone mayor probabilidad) ni causa de ésta (su presencia no la asegura, ni su ausencia la descarta). Para cada factor de riesgo hay descrito un valor a partir del cual se decide poner un tratamiento.
Por ejemplo, glucemia basal, colesterolemia total, índice de masa corporal y presión arterial sistólica son factores de riesgo cardiovascular. La disminución de sus valores de referencia, tras ser revisados en el Third National Health and Nutrition Examination Survey (1988-1994), creó 32 millones de nuevos pacientes en EEUU, lo que supuso etiquetar de «enfermos» a las tres cuartas partes de la población adulta. Estos son los valores vigentes desde entonces.
La osteoporosis, factor de riesgo para las fracturas óseas, se trata sistemáticamente a pesar de que numerosos estudios ponen en tela de juicio su valor como principal predictor de las mismas. Desde hace unos años ya se está planteando el tratamiento de la osteopenia, una fase anterior.
¿Qué podemos hacer al respecto?
* Si bien la medicalización responde a este interés de mercado, también responde a la demanda cada vez mayor por parte de la sociedad de un estatus de salud idílico en el que el malestar y la incertidumbre no tienen cabida. Tanto el personal sanitario como la población deben ser conscientes de que este fenómeno existe y de que el exceso de intervencionismo constituye un serio problema para la salud.
* Reducir la vinculación entre empresa farmacéutica y colectivo médico, fomentando la actitud crítica de estos, es fundamental para combatir el «disease mongering». Esto es especialmente importante en el caso de los médicos en formación.
* Por otro lado, desarrollar la comunicación médico paciente puede ayudar a enfocar los problemas desde un punto de vista lógico y basado en la evidencia, realizar toma de decisiones compartida y promocionar estilos de vida saludables.
* Un principio básico de la medicina es «primum non nocere» («lo primero, no hacer daño»). Toda intervención sanitaria tiene efectos adversos, por lo que únicamente está justificada si aporta un nivel superior de beneficios demostrado por estudios científicos rigurosos. Esta filosofía es especialmente importante ante trastornos menores o ante factores de riesgo que tienen muy pocas probabilidades de convertirse en una enfermedad.
No hemos de caer en la trampa de vincular al sistema sanitario los procesos de la vida.
Bibliografia:
Shankar PR, Subish P. Disease mongering. Singapore Med J 2007; 48 (4): 275-280
Gérvas J, Pérez Fernández M. Uso y abuso del poder médico para definir enfermedad y factor de riesgo, en relación con la prevención cuaternaria. Gac Sanit. 2006; 20 (Supl 3): 66-71
Swartz LM, Woloshin S. Changing disease definitions: implications for disease prevalence analysis of the Third National Health and Nutrition Examination Survey, 1988-1994. Effective Clinical Practice 1999; 2: 76-85
Alonso-Coello P, García-Franco AL, Guyatt G, Moynihan R. Drugs for pre-osteoporosis: prevention or disease mongering? BMJ. 2008; 336 (7636):126-9
Mpuri Pilar Malo Brutau liked this on Facebook.
Isabel Infantes liked this on Facebook.
Pily Castillo liked this on Facebook.
Herminnia Labbra Llano liked this on Facebook.
Ana Juarez liked this on Facebook.
Carmen Montalt Ripoll liked this on Facebook.
Nutriestética Rafa Cantó liked this on Facebook.
Colokasia Duncan liked this on Facebook.
Maika Cester Linares liked this on Facebook.
Montse Palomino Pastor liked this on Facebook.
#másbiorritmosymenospastillas 🙂
Tu sabes algo de esto, no Miguel Jara?
Rosa García Gómez liked this on Facebook.
Rafaela Marín liked this on Facebook.
Maribel Fuentes liked this on Facebook.
Francisco Canosa Castineira liked this on Facebook.
Maribel Carrasco liked this on Facebook.
Carmen Seijo liked this on Facebook.
David Camaño liked this on Facebook.
Mireia Amills liked this on Facebook.
Nelson Rafael Rodriguez Martinez liked this on Facebook.
RAPAZonline liked this on Facebook.
Jordi Canaldas Elias liked this on Facebook.
Medicalización de la vida ("Disease mongering") , ¿hacia dónde caminamos? http://t.co/pkkCUxQLfm