Medicación para el TDAH puede provocar tendencias suicidas

Los niños que toman una medicación para el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) deben ser advertidos sobre los riesgos de pensamientos suicidas que este tipo de fármacos pueden provocar, según informaron en conferencia de prensa asesores de salud pediátrica de Estados Unidos.

Varios miembros del comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés) pidieron a la agencia que modifiquen la información del prospecto de Focalin, una fármaco para el TDAH fabricada por el laboratorio suizo Novartis, de forma que este riesgo quede perfectamente reflejado.

Focalin está aprobado para niños a partir de los 6 años. La FDA suele seguir los consejos de sus comités, aunque no está obligada a hacerlo. La citada agencia sanitaria estadounidense recibió ocho informes de sobre tendencias suicidas en chicos o adolescentes que tomaron Focalin en los pasados seis años, y cuatro casos parecieron estar relacionados con la medicación. El vínculo en los otros casos es menos claro.

“Las ideas suicidas deben ser tomadas muy en serio”, dijo el doctor Sheldon Kaplan, miembro del panel y jefe de enfermedades infecciosas del Hospital de Niños de Texas. No obstante, la FDA dijo que el riesgo de pensamientos suicidas no apareció en los ensayos clínicos realizados sobre Focalin, y que los informes más recientes eran una cantidad pequeña comparada con la de chicos que usan el fármaco.

“Estoy un poco desconcertado por la atención en las ideas suicidas”, dijo Tom Laughren, jefe de la división de productos psiquiátricos de la FDA, en respuesta a la recomendación del panel. Estos medicamentos son de uso muy frecuente. “Y lo que se observa es un puñado de informes difíciles de interpretar en lo que respecta a la causalidad”, añadió el funcionario.

La cantidad de niños diagnosticados con el TDAH se ha disparado. Actualmente afecta a entre el 3 y el 5 por ciento de los chicos de todo el mundo. Los niños que los padecen son excesivamente inquietos, impulsivos y de fácil dispersión, y suelen tener problemas en el hogar y en la escuela. Si bien no existe cura para el problema, sus síntomas pueden mantenerse bajo control con una combinación de fármacos y terapia conductual.

En Estados Unidos, unos 2.7 millones de personas reciben recetas para medicamentos contra el TDAH, incluidos Ritalin y Focalin de Novartis, Concerta de Johnson & Johnson, Adderall y Vyvanse de Shire y Strattera de Eli Lilly. Algunos defensores de los pacientes consideran que los médicos y los padres se apresuran con el diagnóstico de los niños que lo padecen, y que los fármacos provocan efectos colaterales que pueden dañar la salud de los pacientes.

La FDA indicó que alrededor de 1.8 millones de niños recibieron recetas de Focalin o sus versiones genéricas entre mayo de 2005 y julio de 2011. La etiqueta del producto Focalin ya alerta a los pacientes sobre la posibilidad de nuevos síntomas psicóticos o maníacos tras la ingesta del fármaco, aunque no menciona los pensamientos suicidas.

Entre el resto de los medicamentos para el TDAH, sólo Strattera menciona los pensamientos suicidas como un efecto colateral, como parte de una advertencia restrictiva de etiqueta negra.

La FDA controla los informes de efectos secundarios de los medicamentos, una vez que fueron aprobados con el fin de descubrir posibles problemas de seguridad. En el caso de los medicamentos usados por niños, la agencia debe realizar encuentros regulares de asesores para revisar su seguridad.

El comité asesor y los revisores de la FDA también recomendaron un cambio en la etiqueta de Focalin para que refleje el riesgo de anafilaxis, reacción alérgica peligrosa, y angioedema, un tipo de inflamación debajo de la piel.

Novartis manifestó que realizará cualquier cambio necesario a la etiqueta de Focalin luego de debatir al respecto con la FDA. “Novartis está comprometido con la seguridad de los pacientes y seguirá trabajando de cerca con la FDA mientras la agencia completa su revisión”, dijo Brandi Robinson, portavoz del laboratorio.

Algunos de los efectos secundarios que produce este fármaco son:

* Presión arterial alta (dolor de cabeza severo, visión borrosa, zumbido en sus oídos, dolor de pecho, entumecimiento, convulsiones)

* Frecuencia cardiaca rápida o desigual
* Visión borrosa u otras cambios de la visión
* Comportamiento inusual, confusión

* Movimientos espasmódicos o tics
* Disminución del apetito
* Efecto rebote

* Nerviosismo
* Malestar estomacal
* Trastornos del Sueño

* Irritabilidad
* Pensamientos suicidas y tendencias psicóticas
* Dolor de cabeza

A su vez, este fármaco puede interactuar de forma negativa en combinación con otros fármacos tales como:

* Antiácidos
* Anticoagulantes
* Reguladores de la presión arterial

* Anticonvulsivos
* Antidepresivos

Fuente Autismo Diario