El almidón resistente ayuda prevenir el cáncer de colon, entre otros beneficios para la salud. Este tipo de almidón es el que el estómago no puede digerir y, por tanto, pasa al intestino casi intacto.
Allí, consigue que el pH intestinal baje y que aumente la producción ácidos grasos de cadena corta. Con ello, se promueve le crecimiento de bacterias beneficiosas para el intestino que mantienen a raya el aumento de las perjudiciales.
Además de estos beneficios, según un artículo firmado por investigadores de la University of Colorado Cancer Center, el almidón resistente ayuda al organismo a resistir el cáncer colorrectal a través de mecanismos que consiguen acabar con las células precancerosas y reducir la inflamación, dos vías para el desarrollo del cáncer.
¿Y dónde se encuentra el almidón resistente?
Pues en vegetales tan comunes como los guisantes, las judías y otras legumbres, los plátanos verdes y productos cocinados y refrigerados como el arroz para sushi (que se consume frío) o la ensalada de pasta, es decir, a temperaturas menores a la ambiental o incluso más baja, ya que caliente, este almidón no es resistente.
“Consumido correctamente, parece ser que logra matar las células precancerosas”, explicó Janine Higgins, una de las investigadores de dicho centro, y asegura que en las ratas alimentadas con este tipo de almidón se conseguía una disminución en el número y tamaño de las lesiones por cáncer colorrectal y un aumento de las células que expresan la proteína IL-10, que regula la respuesta inflamatoria del cuerpo.
De momento, se trata de experimento, pero los resultados son alentadores y convendría ir incluyendo más a menudo, por ejemplo, las legumbres en nuestra dieta.
Fuente oncologiaintegrativa.org
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