Con el envejecimiento se produce un deterioro paulatino de la vista como la presbicia o vista cansada a partir de los 40 años ; se pierde hidratación y lubricación natural del ojo, además a los 60 años se necesita más luz para ver ya que la pupila del ojo disminuye de tamaño e impide la entrada de luz y el cristalino se vuelve más duro y amarillento.

Llevar una dieta variada y equilibrada, vigilando muy de cerca la cantidad de grasas que ingerimos (en especial las grasas saturadas), y que aporte todos los nutrientes y vitaminas que nuestro organismo necesita, es fundamental para conseguir un buen estado de salud general y, como consecuencia, disfrutar de un vista óptima y mantenerla por mucho tiempo.

Las mejores vitaminas para los ojos

A las vitaminas A, C y E se las conoce como vitaminas ojos porque está demostrado que son excelentes para mantener y mejorar la salud ocular y evitar los problemas causados por la edad, como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Veamos las principales características de cada una de ellas:

La vitamina A es especialmente poderosa para mejorar la visión nocturna y prevenir un buen número de enfermedades oftalmológicas, como las cataratas o la degeneración macular.

La vitamina C protege nuestros ojos de la radiación ultravioleta y ayuda a prevenir problemas de retina y cristalino.

La vitamina E es un antioxidante que contribuye a prevenir o retrasar enfermedades como las cataratas o la DMAE.

¿Qué alimentos contienen estas vitaminas?

Esta es una lista con algunos de los alimentos con mayor contenido de las vitaminas citadas anteriormente y que ayudan a mantener la vista en buen estado:

Vitamina A. Las verduras de hoja verde y la zanahorias son magníficas para la vista por su alta concentración de vitamina A, que es un poderoso antioxidante. Las zanahorias tienen, además, un alto contenido en betacaroteno, lo que aporta valor añadido a esta hortaliza.

Vitamina C. La naranjas, tanto en su formato sólido como convertidas en zumo, son auténticas bombas de vitamina C. Su consumo frecuente ayuda a mantener en perfecto estado los vasos sanguíneos oculares sanos y reduce el riesgo de cataratas.

Está demostrado que ingerir 500 mg al día de vitamina C disminuye un 19% la pérdida de la agudeza visual y en un 25% la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad. Por otro lado, el brócoli es una verdura que también destaca porque ser especialmente rica en vitamina C.

Vitamina E. El aguacate es muy rico en grasas monosaturadas y vitamina E. Por ese motivo, ayuda a reducir los niveles del colesterol negativo en el cuerpo que, entre otras cosas, pueden llegar a afectar a la vista.

Las espinacas y acelgas, así como los cacahuetes también destacan por su alto contenido en este poderoso antioxidante natural que es la vitamina E.

Además de ingerir una cantidad suficiente de esta vitaminas, si queremos tener unos ojos sanos durante todo nuestro ciclo vital, lo que es fundamental para disfrutar de todas las posibilidades que nos ofrece la vida (practicar deportes, disfrutar de la lectura, contemplar paisajes…), debemos llevar una dieta rica en antioxidantes y en Omega-3, un ácido graso poliinsaturado totalmente esencial para el organismo que se encuentra, sobre todo, en el pescado azul.

Mercedes Martín Sánchez

Naturópata