Su composición química fue aislada por primera vez en 1905 y aunque no lo es, se asemeja a la de los aminoácidos. Se sintetiza en el hígado, riñones y cerebro a partir de dos aminoácidos esenciales: la lisina y la metionina, pero para su correcta síntesis y aprovechamiento necesita de la presencia en el organismo de hierro, vitamina C y vitaminas del complejo B. Una vez ya producida, la carnitina participa en numerosas reacciones de nuestro metabolismo.
El 90% de este compuesto endógeno se encuentra en las células cardíacas y músculos esqueléticos, por consiguiente una carencia puede afectar al normal funcionamiento del corazón y de todos nuestros músculos.
Para que no existan carencias debemos, como siempre, seguir una alimentación variada y balanceada. La presencia en los alimentos es baja, las principales fuentes de este compuesto son:
quesos y lacteos contienen l-carnitina
carnes: sobre todo las rojas,
lácteos,
levadura de cerveza,
cacahuetes (maní),
coliflor,
germen de trigo.
¿Qué función cumple la l-carnitina en nuestro organismo?
Su principal función es la de generar energía para nuestro organismo.
Es un elemento clave para la correcta oxidación de los ácidos grasos en la mitocondria, y así liberar energía en forma de ATP (adenosín trifosfato). Es clave porque es el vehículo o transporte “carrier” entre las grasas y los centros celulares de reconversión energética.
Hay que dejar bien claro, que la L-carnitina no es un quemador de grasas, sino un transportador que facilita que esas grasas sean utilizadas correctamente como fuente energética. Sin la L-carnitina los depósitos grasos no pueden oxidarse y, como consecuencia de ello, quedan almacenados en el torrente sanguíneo y en las células de nuestro organismo.
La síntesis y producción en nuestro organismo ocurre en las cantidades adecuadas siempre y cuando llevemos una nutrición balanceada y correcta. Aunque en determinadas situaciones puntuales, como la de alta demanda energética o personas que llevan una dieta vegetariana, la suplementacion se hace conveniente.
La L-carnitina tiene diferentes campos de acción donde poder utilizarla:
La medicina cardiovascular: la L-carnitina es fundamental en el correcto funcionamiento del corazón, por lo tanto es recomendada ante situaciones de insuficiencia cardiaca, anginas de pecho, secuelas de infarto, etc., debido a que este suplemento dietético favorece la contracción de las células musculares cardiacas. Es un vasodilatador y antioxidante a la vez.
Entrenamiento físico: es utilizada como suplemento energético, ya que aumenta el suministro de energía hacia el músculo a través de un mayor flujo sanguíneo en la zona.
Dietas de adelgazamiento: como la L-carnitina moviliza y transporta los depósitos grasos para la obtención de energía, si la dieta baja en calorías se suplementa con carnitina, se favorece la pérdida de grasa corporal.
Ayuda a disminuir la concentración de colesterol en sangre y triglicéridos.
Dificultades renales: puede utilizarse L-carnitina en personas sometidas a tratamiento de diálisis, ya que sus carencias llegan a ser muy altas.
Con respecto a la ingesta diaria recomendada, no existen valores determinados, siempre es muy importante asesorarse con un profesional, aunque no se haya encontrado hasta el momento ningún tipo de toxicidad posible.
Fuente zonadiet.com
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