colmenaNuestro mundo es un lugar lleno de paisajes maravillosos, lleno de colores, olores y sobre todo lleno de una gran diversidad de formas que la naturaleza crea inteligentemente.

Todo en la naturaleza tiene un fundamento, una explicación, por ejemplo, una colmena, un girasol o una tela de araña, no han desarrollado esa forma de manera aleatoria, su forma responde a un criterio, a satisfacer una necesidad (“La naturaleza no hace nada en vano” Aristóteles):

En las colmenas, cada celda acoge una larva y el empaquetamiento hexagonal de celdas es la forma más efectiva de agruparlas en un espacio limitado dejando el mínimo espacio vacío, pero esta forma no la construyen las abejas, ellas trabajan las celdas en forma cilíndrica, es la compresión de cada una contra sus seis vecinas las que las convierten en hexagonales. ¡La mayor superficie posible con la menor cantidad de cera!

Cabe señalar que las formas que crea la naturaleza, en ocasiones no son tan exactas, por ejemplo un rayo no es exactamente una línea recta, ni una montaña es exactamente cónica, sin embargo gracias a estas y otras formas, en 1970, Benoit Mandelbrot creó una nueva disciplina derivada de las matemáticas que se encarga de hacerlas objeto de estudio para conocerlas a fondo, perfeccionarlas y tener una descripción más precisa de la naturaleza.

Dicha disciplina lleva el nombre de geometría fractal o también conocida como geometría de la naturaleza.

girasol¿Te has fijado en cómo están colocadas las semillas en un girasol?, esta forma corresponde a la secuencia de Fibonacci y está relacionada, como en el caso de la colmena, con un tema de empaquetamiento.

En este caso hay más variables, el girasol se desarrolla y crea semillas, y las semillas también crecen, ¿cómo se puede ordenar esto de la forma más eficiente?

 Las semillas se van organizando a medida que crecen, una semilla nace en el centro del girasol, pero es empujada al exterior por una nueva semilla, pero el tamaño del girasol es limitado y la siguiente semilla obliga a desplazarse a las anteriores con un patrón de rotación, para mantener la forma más compacta posible.

Esto da lugar a dos conjuntos de espirales (parastiquios) que giran en sentidos contrarios compuestos por brotes adyacentes y la cantidad de espirales es siempre un número de la secuencia de Fibonacci. Que complicado es un girasol ¿eh? Pues no es el único, fíjate en una margarita, una piña…

Finalmente sólo me resta decir que, aún si vivimos alejados de un entorno natural, cerca siempre tendremos una maravillosa creación de la madre tierra, lo único que debemos hacer es poner mayor atención a lo que nos rodea, no perdernos de los detalles de una flor o un insecto, porque a cada paso que demos podremos percibir nuestro entorno de una manera totalmente diferente.

Bibliografía:

[1]Pool Domínguez, S. Geometría fractal y su relación con la naturaleza. Laberintos & Infinitos, número 30/Nueva Época/Invierno 2012. Pág. 15