Habrás oído decir que es importante remojar los cereales. Pues bien, aunque no imprescindible, en muchos casos puede ser interesante .

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Los cereales son semillas, y las semillas de todo tipo tienen la capacidad de pasar por el sistema digestivo sin digerirse adecuadamente con el objetivo último de poder ser expulsadas y germinar posteriormente en otro lugar, creando así nueva vida.

La manera que tiene la naturaleza de impedir que las semillas se digieran fácilmente y puedan así ser expulsadas, es dotarlas de ciertos anti nutrientes, que van a actuar de varias maneras:

 * Por un lado, dificultando la digestión del cereal:

Por medio de los inhibidores enzimáticos presentes en el cereal, que interfieren con la digestión, dificultando la función de las enzimas digestivas.

 * Por otro lado, dificultando la absorción de nutrientes:

El ácido fítico, por ejemplo, presente en el salvado del cereal, se une a ciertos minerales como el calcio, el hierro, el magnesio o el zinc, formando complejos insolubles que no pueden ser absorbidos en los intestinos.

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¿Cómo podemos neutralizar el ácido fítico y mejorar la absorción de nutrientes?

Por medio de varios procesos:

 * la germinación
* la fermentación
* la cocción
* el remojo

En cualquiera de los casos, básicamente se trata de acelerar su proceso de germinación, de tal manera que eliminemos los anti nutrientes mencionados y facilitemos la digestión del grano.

El proceso de remojo, quizá el más sencillo de todos, facilita el proceso de germinación, haciendo el cereal más digestivo y permitiéndonos disfrutar de todas sus propiedades.

¿Cómo actúa el remojo?

El remojo, al igual que la germinación o la fermentación, activa una enzima llamada fitasa presente en el salvado de los cereales.

La fitasa es la enzima que ayuda a romper el ácido fítico de los cereales, neutralizándolo.

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Para activar la fitasa hacen falta ciertas condiciones:

 * Humedad
* Calor
* Tiempo
* Entorno ligeramente ácido

Cuando remojamos los cereales estamos creando éstas condiciones:

Para ello, es interesante remojar en agua templada (humedad y calor).
Dejarlos a temperatura ambiente durante mínimo 8 horas (tiempo).
Se pude añadir un poco de zumo de limón o vinagre de arroz o umeboshi para crear un medio más ácido.
De esta manera, permitiremos que nuestro cuerpo absorba más minerales y nutrientes.

Otras ventajas del remojo:

Remojar los cereales ayuda a su pre-digestión. Pues durante el remojo se descomponen los almidones y los taninos que pueden irritar el estómago. Se descompone también el gluten, haciendo la digestión de esta proteína mucho más fácil para personas con una ligera intolerancia.

Sobre el Autor 

Isabel Moreno , Consultora Macrobiótica y profesora de alimentación saludable

Contacto: isabel@macrosano.com
Web: www.macrosano.com
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