He oído decir muchas veces que comer sano está sólo al alcance de algunos; que el producto biológico es más caro que el de cultivo convencional; y que el producto integral cuesta más que el producto refinado, entre otras cosas porque con el refinado tienes acceso a marcas blancas. Sin embargo, si lo miramos al detalle, comer sano es barato!
No voy a negar que la verdura de cultivo biológico es más cara, hay muchos motivos para que así sea. Y es que el coste de producción es mayor: por un lado su cultivo es menos seguro, la producción no es a gran escala, la ausencia de abonos y pesticidas sintéticos la hace comparativamente menos competitiva que la convencional, la cual, económicamente hablando es más productiva.
Pero es importante que no nos quedemos con la fachada. En el caso de las verduras, es fundamental tener en cuenta lo que nos aportan las frutas y hortalizas biológicas comparadas con las de cultivo convencional:
Más vitaminas y minerales
En líneas generales comemos fruta y verdura, y se nos aconseja su consumo porque son fuentes de vitaminas, minerales y antioxidantes. Pues bien, las hortalizas bio, presentan mayor cantidad de minerales, vitaminas y sobre todo mayor concentración de sustancias antioxidantes, importantísimas para retrasar el envejecimiento y reforzar nuestros sistema inmunitario
Pongamos un ejemplo:
Si queremos consumir la dosis diaria recomendada de vitamina C, y elegimos el zumo de naranja como fuente de esa vitamina, necesitaríamos 200 gr de zumo convencional, mientras que con tan sólo 110 gramos de zumo ecológico obtendríamos la misma cantidad de vitamina.
El contenido de vitamina C puede aumentar hasta alrededor de un 80% en la fruta de cultivo biológico. En el caso de las verduras, estudios como el realizado en la Universidad Rutgers en el Reino Unido, demuestran que el aumento de minerales en las verduras biológicas puede incrementarse entre un 10 a un 50% según el tipo.
En el caso de los antioxidantes las cifras son parecidas, entre un 10 y un 50% más cantidad, en el producto bio. El pimiento, por ejemplo, contiene un 15% más de antioxidantes.
Es decir, para cubrir nuestras necesidades nutricionales diarias necesitamos consumir menos cantidad de alimentos biológicos que de cultivo convencional, con lo que estaremos ahorrando dinero además de invertir en salud.
Menos pesticidas y sustancias tóxicas
Con el consumo de alimentos ecológicos mejoramos en salud. Esto es debido a que estos productos resultan menos estresantes para el cuerpo. El hígado y los riñones no tienen que trabajar tanto depurando, pues no introducimos en nuestro organismo restos de sustancias tóxicas como pesticidas, u hormonas y antibióticos en el caso de las carnes.
Duran más y no acaban en la basura
Por otro lado, seguro que más de una vez habrás tenido que tirar fruta o verdura a la basura porque se ha podrido antes de que pudieras consumirla. El motivo es la gran cantidad de agua que contienen. El crecimiento forzado para obtener un mayor rendimiento del cultivo aumenta el contenido en agua en las frutas y verduras, facilitando así que se estropeen antes.
Los productos biológicos sin embargo, tienen un 25% menos de agua, lo que favorece que se conserven bien por más tiempo y permitiéndote así, ahorrar en tu compra.
También te habrás dado cuenta que mucha fruta convencional no acaba de madurar y termina por no ser consumida, o bien pasa de estar verde a excesivamente madura y acaba nuevamente en la basura.
Más sabor, más saciantes
Además, las frutas y verduras bio son más sabrosas. Esto es debido a que suelen recogerse en su momento óptimo de maduración y contienen así, más cantidad de azúcares y sustancias aromáticas. Además, es en el momento final de maduración natural cuando las frutas producen más cantidad de vitaminas.
Es por esto, por lo que además de saciarnos más, gracias a su mayor contenido en nutrientes, nos sacian también más a nivel sensorial y por lo tanto nos llenamos antes y consumimos menos cantidad, produciéndose una vez más un importante ahorro.
Mucha fruta de cultivo convencional se madura mediante métodos artificiales, reduciendo así su valor nutricional y su sabor.
Más respetuosos con el entorno
Finalmente, y aunque no tenga un impacto directo en nuestro bolsillo, no debemos olvidar que los productos ecológicos son mucho más respetuosos con el medio ambiente.
Fertilizan la tierra, favorecen la retención del agua, favorecen la biodiversidad y evitan la contaminación de las tierras de cultivo.
Consumiendo producto biológico y cercano, favoreces además la economía local.
Sobre el Autor :
Isabel Moreno , Consultora Macrobiótica y profesora de alimentación saludable
Contacto: isabel@macrosano.com
Web: www.macrosano.com
Blog: http://macrosano.com/macrosanoim1643/blog/
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