berrosLos berros han gozado durante siglos de un estatus de “superalimento”. Y no es para menos.

Durante años se han demostrado sus propiedades anticancerígenas, y un nuevo estudio demuestra que añadir 85 g/día de berros a la dieta protege nuestro ADN y aumenta los niveles de importantes antioxidantes como la luteína y carotenoides.

 Así lo reveló un estudio reciente llevado a cabo por científicos de la Universidad de Southampton, Inglaterra.

La investigación asegura que los berros contienen en sus hojas feniletil isotiocianato, un elemento que pueden frenar el crecimiento de pólipos cancerígenos en las mamas.

Esta propiedad, que es la que le otorga al berro su particular sabor a “pimienta”, es la que actúa como bloqueadora de una proteína que favorece el crecimiento de los tumores.

Para realizar el estudio los científicos convocaron a 80 voluntarios, quienes ingirieron 80 gramos de berro al día. Entre los que participaron de la prueba se comprobó que todos habían elevado en su sangre el nivel de moléculas anticancerígenos pasadas apenas unas horas luego de comer una ensalada hecha a base de esa planta.

Los-berros

Los tumores suelen desarrollarse velozmente y generalmente sobrepasan los niveles de sangre pero el feniletil isotiocianato restringe la capacidad de oxígeno, lo que a su vez logra limitar la propagación de las células cancerígenas.

 El tejido canceroso manda señales por sangre que estimulan el crecimiento en las células sanas, a través de la proteína Hypoxia Inducible Factor (HIF), ubicada en la parte central de este proceso.

Justamente es allí donde actúa el elemento benéfico que contiene el berro, de forma absolutamente natural, bloqueando el funcionamiento de esta proteína dañina. La investigación llevada a cabo por los científicos ingleses fue subsidiada por la empresa Watercress Alliance y publicada en la prensa británica.