Arándano rojo, protección antioxidante

Las bayas de arándano mejoran la circulación sanguínea, combaten la cistitis y ayudan a proteger la vista.

Las bayas del arándano rojo o mirtilo (Vaccinium myrtillus), de sabor ligeramente ácido, son ricas en antocianinas, unos pigmentos de la familia de los polifenoles que les otorgan un característico color rojizo y valiosas propiedades medicinales.

También contienen oligoelementos como el manganeso y el selenio –esenciales para la actividad de ciertas enzimas que protegen frente a los radicales libres–, ácidos orgánicos, taninos y vitaminas A y C. Todo esto las convierte en grandes aliadas frente al envejecimiento.

La principal virtud de los arándanos es la de mejorar la circulación y proteger la pared de los vasos sanguíneos. Sus antocianinas ayudan a preservar una buena microirrigación cerebral al reducir la permeabilidad capilar, detener la filtración de sustancias nocivas a través de las paredes de los vasos sanguíneos y mejorar la redistribución del flujo microvascular.

Por otro lado, el cóctel de antioxidantes del arándano resulta útil para prevenir y tratar diversas afecciones:

* Anticancerígeno. Según estudios recientes, el extracto de los frutos rojos bloquea la acción de enzimas que estimulan el desarrollo del cáncer.

* Antiinflamatorio y antialérgico. El arándano rojo inhibe la liberación de histamina y mejora la acción de la vitamina C.

* Antiséptico urinario. Compuestos del arándano de propiedades antiadherentes impiden a las bacterias asentarse en las células epiteliares del tracto urinario, con lo que previenen la infección. También acidifican la orina y evitan la proliferación de patógenos y la formación de cálculos de fosfato cálcico.

* Protector bucal. El jugo de arándanos revierte e inhibe la agrupación de ciertas bacterias responsables de la placa dental y la enfermedad periodontal.

* Efecto hipoglucémico. La mirtilina aporta un ligero efecto hipoglucémico útil en dietas para diabéticos.

* Preserva la vista. Al mejorar la microcirculación ocular y los niveles de oxígeno y energía en los tejidos del ojo, se retrasa o evita la degeneración macular, las cataratas y las retinopatías diabéticas.

* Protección cardiovascular. Estabiliza el colágeno vascular, facilita la vasodilatación e impide la agregación plaquetaria, lo que reduce el riesgo cardiaco.

Cómo tomarlo

Los arándanos se pueden consumir frescos, en jugo o desecados. También se encuentran como complemento dietético en forma de extracto líquido o seco (cápsulas de 500-600 mg).

En caso de infección, se toman dos cápsulas o 10 ml tres veces al día antes de las comidas durante una semana. La dosis preventiva o de mantenimiento oscila entre 500 y 1.500 mg diarios de extracto seco.

Fuente revista cuerpomente