La extinción de las abejas: un fenómeno que amenaza al ecosistema

La extinción de las abejas: un fenómeno que amenaza al ecosistema

No es ningún secreto que el ser humano está dejando una huella demasiado negativa en el planeta: ríos y mares contaminados, polución en el aire, extinción de flora y fauna…

Ahora los expertos alertan de otro peligro más: el fin de las abejas.

Silenciosamente, miles de millones de abejas están muriendo y nuestra cadena alimentaria se encuentra en peligro.

Las abejas no solo producen miel, sino que también constituyen una gigantesca y sacrificada mano de obra a nivel mundial, encargada de polinizar el 90% de las plantas que sembramos .

Diversos estudios detectaron unos 121 tipos de pesticidas en muestras de abejas, cera y polen, por lo que se teme que estos químicos sean la clave del problema.

Cuatro países europeos ya han comenzado a prohibir dichos productos químicos, y las poblaciones de abejas se están recuperando.

Pero un número de compañías químicas muy poderosas están ejerciendo una enorme presión para lograr que estos venenos asesinos se mantengan en el mercado.

Entre los problemas de la salud que estos insectos  sufren se encuentran malformaciones, trastornos del sistema nervioso y del comportamiento o desorientación.

Especialmente por la falta de orientación gran parte de las abejas enfermas no llegan a encontrar su colmena o, si la encuentran, a veces no son reconocidas y se las rechaza.

En los EE. UU., tan sólo el último invierno, el número de panales se redujo en un 34%, según un censo del Servicio de Investigación en Agricultura de ese país, en el cual algunos apicultores experimentaron pérdidas de más del 60% en un año.

En el Reino Unido hubo pérdidas de panales de hasta un tercio en los dos últimos inviernos.

De continuar esta mortandad las consecuencias en el mundo experimentaría un impacto en la alimentación y hasta en la industria textil, pues, por ejemplo, escasearía la alfalfa para el ganado, frutas, verduras, nueces, semillas aceiteras, algodón, etc. Incluso desaparecerían muchas flores silvestres y aves libres.

“Las abejas contribuyen a la seguridad alimentaria mundial y su extinción representaría un terrible desastre biológico, dijo Bernard Vallat, de la Organización Mundial para la Salud Animal.

La vuelta al mundo para producir 100 gramos de miel

Para producir cien gramos de miel, una abeja necesita volar una distancia equivalente a la vuelta a la Tierra, es decir, 40.000 kilómetros y recorrer nada menos que un millón de flores, pero sólo necesitan consumir 25 gramos de miel para producir esa cantidad.

Este trabajo les resulta agotador y, quizás, por ello viven tan poco tiempo. En primavera, cuando hay buenas floraciones, una abeja suele vivir unos 35-40 días, mientras que en invierno, época en la que no salen a trabajar, viven entre cuatro y cinco meses.

«La reina suele llegar a vivir hasta cinco años, pero normalmente los apicultores intentan cambiar las reinas cada tres años, como máximo.

Otro dato curioso es que la reina se aparea sólo una vez en su vida, con unos cuantos zánganos, en un vuelo de fecundación que sirve para seleccionar a los más fuertes. Gracias a que tiene un espermateca en el interior del abdomen, puede mantener el esperma de los distintos zánganos e ir poniendo huevos poco a poco.

Es decir, la misma reina va fecundando sus huevos a medida que lo necesita, Genéticamente el huevo de una obrera y de una reina son el mismo, pero la reina vive mucho más gracias a que se alimentan exclusivamente de jalea real.

Desaparición de las abejas: ¿consecuencias para el ecosistema?

Las abejas son productoras de miel y agentes indispensables de la polinización de flores y plantas. Las abejas son un elemento en la cadena interactiva de los ecosistemas.

La importancia de las abejas es mucha en los diversos ciclos vitales de varias especies. Sin abejas no hay miel, pero tampoco reproducción, y si desaparecieran algunas especies vegetales, también lo harían algunas especies animales.

“Si la abeja desaparece de la superficie del planeta entonces el hombre sólo tendrá cuatro años de vida.

No más abejas, no más polinización, no más plantas, ni más animales, no más hombre “.

Albert Einstein