A lo largo de la historia el ajo ha sido una especie muy valorada ; por el característico sabor que le aporta a las comidas pero, sobre todo, por sus reconocidos efectos medicinales.

El ajo es uno de los agentes antibacterianos y antifúngicos más poderosos que hay en la naturaleza ; contiene un compuesto llamado alicina, que se produce cuando se lo corta o se lo tritura.

Ahora un proyecto experimental en Reino Unido busca aprovechar las propiedades curativas de esta planta de la familia de las liliáceas para tratar a los árboles enfermos del bosque de Northamptonshire.

El sistema inyecta la solución de ajo a través de ocho puntos distribuidos en el árbol.

El sistema inyecta la solución de ajo a través de ocho puntos distribuidos en el árbol.

El tratamiento consiste en administrarle al árbol enfermo una solución de ajo concentrado mediante un dispositivo semejante al de una inyección.

Aplicada a gran escala, esta metodología resulta costosa y poco práctica, pero puede contribuir a salvar a aquellos árboles que tienen un valor histórico o sentimental.

El dispositivo para aplicar la inyección -que contiene este compuesto- consiste en una cámara presurizada con ocho tubos que se conectan a distintos puntos del árbol.

La presión impulsa la solución de ajo a través de los tubos y así ingresa en la savia que circula por el árbol. Sube por el tronco hasta llegar a las ramas y las hojas por el proceso de transpiración.

Las agujas -que están conectadas a los tubos- se insertan en el tronco de manera tal que puedan distribuir la alicina de forma pareja en todo el árbol.

Cuando el agente activo entra en contacto con la enfermedad, la destruye. Y, como el veneno es orgánico, el árbol no lo rechaza.

Fuente BBC Mundo