El sistema inmunológico puede controlar el cáncer sin destruirlo

El sistema inmunológico puede controlar el cáncer sin destruirlo

Por primera vez se demuestra que nuestro sistema de defensa puede provocar que un tumor entre en un estado de latencia, sin crecer, pero tampoco sin ser eliminado.

Un equipo científico internacional muestra por primera vez que el sistema inmunitario es capaz de detener el crecimiento de tumores sin destruir las células, sino dejándolas en estado latente.

El hallazgo plantea la posibilidad de emplear esta capacidad de nuestro sistema de defensa como alternativa a la estrategia generalizada consistente en destruir los tumores.

Para los investigadores, cuando el cáncer no puede ser erradicado mediante ataques inmunológicos, sería posible encontrar maneras de utilizar el sistema inmunitario para contenerlo.

Además, la investigación ayuda a explicar por qué algunos tumores parecen dejar de crecer repentinamente y entran en un período de latencia sin actividad.

Los autores de la investigación, publicada en la edición digital de “Nature”, llaman a este estado “equilibrio en punto muerto” y lo explican diciendo que el sistema inmunitario disminuye la capacidad del tumor para replicarse y mata algunas células tumorales, pero no lo suficientemente rápido como para eliminar o reducir el tamaño del tumor.

Para el Dr. Mark J. Smyth, del Peter McCallum Cancer Centre de Melbourne (Australia), coautor del estudio, “algún día podremos utilizar la inmunoterapia para inducir artificialmente ese equilibrio y convertir el cáncer en una enfermedad crónica pero controlable”.

Además, los apuntan que han creado un modelo animal que reproduce este estado de latencia tumoral en el laboratorio. Ello permitirá estudiar mejor los mecanismos de este fenómeno y comprobar si esa situación puede inducirse terapéuticamente.

Un poco de historia

Ya hace más de un siglo, los científicos propusieron que el sistema inmunológico podía reconocer las células tumorales como perjudiciales para el organismo.

Bajo esa teoría, conocida como inmunovigilancia, los investigadores sugirieron que en el caso en que se reconoce la presencia de células tumorales, el sistema inmunológico ataca a los tumores con las mismas armas que emplea para eliminar a los microorganismos invasores.

De hecho, los tratamientos actuales se basan en la inmunoterapia, es decir, el uso de agentes terapéuticos que aumentan las posibilidades del sistema inmunológico para reconocer y atacar a los tumores.

Sin embargo, la teoría de la inmunovigilancia ha sido motivo de controversia y desde hace pocos años está en decadencia entre los científicos. De hecho, se opta por un nuevo modelo que se conoce como inmunoedición del cáncer.

Igual que la antigua teoría, la inmunoedición sugiere la existencia de un conflicto natural entre el cáncer y el sistema inmunológico, pero indica que ese conflicto da lugar a tres resultados distintos:

* El sistema inmunológico puede eliminar el cáncer destruyéndolo.

* El sistema inmunológico alcanza un equilibrio con el cáncer, frenando su crecimiento pero sin destruirlo.
* El cáncer escapa al sistema inmunológico, probablemente consiguiendo mayor malignidad en el proceso.

Hasta el presente estudio, la existencia del segundo resultado citado no estaba demostrada, y era sólo una posibilidad reconocida gracias a la experiencia clínica de los médicos, casos de tumores que inexplicablemente entraban en remisión durante años.

Para observar estos tumores en estado de latencia en ratones, inyectaron en los animales pequeñas dosis de una sustancia carcinógena. Algunos desarrollaron tumores, pero otros ratones presentaron masas tumorales estables en el lugar de la inyección.

Cuando ciertos componentes de su sistema inmunológico se desactivaban, esas masas tumorales se desarrollaban como cánceres malignos, lo que sugiere que el sistema inmunológico había estado previamente controlando el crecimiento de las neoplasias.

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