celulasLas células pueden optimizar y regular su capacidad de utilizar la glucosa y los grasos, pero ¿cómo?

 A esta pregunta han dado respuesta los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) quienes indican que la digestión se produce en cada una de las células del cuerpo, que poseen sistemas de captura y transporte de nutrientes que el organismo consume para obtener energía.

¿Cómo se alimenta una célula?

La investigación, publicada en la revista Cell Metabolism, explica que el mecanismo mediante el cual las células regulan su capacidad de consumir ciertos nutrientes es clave para adaptarse a los ayunos y a la disminución del oxígeno, además de tomar parte en la activación de las células del sistema inmunitario.

Los sistemas de captura y transporte de nutrientes son los que les permiten utilizar eficientemente los alimentos que ingerimos y de los que disponen. Si tienen diversos tipos de nutrientes a su alcance, las células seleccionan los que más las favorecen y eliminan los que no desean.

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Cada célula consume diferentes nutrientes de acuerdo a sus funciones, algunas se nutren de azúcares, otras de grasas y algunas tienen la capacidad de cambiar de alimento.

El proceso de los nutrientes en la célula

Los alimentos se dirigen hacia las mitocondrias, donde los nutrientes se queman para conseguir la energía que los compone. Esta parte se especializa en la quema de alimentos para obtener la energía. Tanto en el caso de la glucosa (azúcares) como en el caso de los ácidos grasos las células deben ajustarse, dependiendo del tipo de Falling vegetables for salad and oil isolated on whitealimento, y por ende del combustible que extraen.

Cuando cambiamos de alimentación, realizamos ejercicio o luego de un período de ayuno, la disponibilidad de los alimentos cambian y éstas necesitan adaptarse.

En el caso de las células inmunitarias que necesitan activarse para combatir una infección, estas alteran su actividad aunque los alimentos sean los mismos. El cambio en general supone que las células quemen glucosa en lugar de ácidos grasos o viceversa.

En este caso la mitocondria debe ajustar sus sistemas de quemado, conocidos como cadena de transporte electrónico (CTE) que ya se conocía, pero no se sabía cómo se desencadenaba este cambio, explica el principal autor de la investigación, José Antonio Enríquez.

El proceso de quemado de nutrientes requiere de oxígeno, por lo que se produce además de la energía, el agua y el dióxido de carbono (CO2).

Sin embargo, si el CTE no está bien ajustada al tipo de alimento que quema, esto genera derivados del oxígeno conocidos como especies reactivas de oxígeno (ROS), como es el caso del agua oxigenada (H2O2).

La producción de H2O2 activa un sensor molecular conocido como Fgr-tyrosina kinasa, que intepreta que el sistema de quemado no es el adecuado para quemar los ácidos grasos y activa una alarma, modificando un elemento de los quemadores, haciéndolo más activo y adaptando el sistema a la quema de grasas.

Este proceso se denomina fosforilación y es reversible, aunque desconocen la molécula responsable de este proceso inverso que permite quemar adecuadamente los azúacares.

Fuente: Agencia SINC