El consumo de este vino espumoso siempre se ha asociado a celebraciones de todo tipo, por eso resulta tan apreciado en el mundo entero.

Gracias a una nueva investigación, ahora tenemos otra buena razón para descorchar la botella. Y es que se ha demostrado que beber de una a tres copas de champán a la semana puede contrarrestar la pérdida de memoria vinculada al enjevecimiento, y podría ayudar a retasar la aparición de trastornos degenerativos del cerebro, como la demencia.

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Fenoles: Buenos aliados de la memoria

En la investigación, publicada en el Antioxidants & Redox Signaling Journal, científicos de la Universidad de Reading demostraron que los compuestos fenólicos que se encuentran en el champán pueden mejorar capacidades como la memoria espacial (responsable de resgistrar la información sobre el entorno) y el almacenamiento de la información para su futura utilización.

Dichos compuestos funcionan mediante la modulación de señales en el hipocampo y la corteza cerebral, encargados de controlar la memoria y el aprendizaje. Con el estudio se comprobó que sustancias como el ácido fenólico pueden alterar (de manera favorable) ciertas proteínas implicadas en las funciones de almacenamiento de recuerdos en el cerebro.

Estas proteínas van desapareciendo con la edad, lo que conduce a una memoria menos eficiente. El champán, con su alto contenido en compuestos fenólicos, ralentiza la pérdida de dichas proteínas, con lo que puede ayudar a prevenir daños cognitivos que tienen en lugar en nuestro cerebro a medida que envejecemos.

Fuente medciencia.com