Trastorno por déficit de Naturaleza
Ni videojuegos, ni películas ni series de televisión, ni aplicaciones informáticas… Nada puede sustituir lo que un niño aprende en plena naturaleza.
El olor de las flores, el vuelo de las mariposas, el viento en su cara… Experimenta todo lo que existe a su alrededor. Un grupo de investigadores ha constatado ahora que, además, el medio natural hace a los niños más fuertes para afrontar el estrés y ser más respetuosos con el medio ambiente.
En definitiva, contribuye a su bienestar.