Conceptos como irritabilidad, insomnio, apatía y sofoco se vuelven habituales en muchas conversaciones y en consulta de numerosas mujeres a partir de los cuarenta años. Estos síntomas tienen un denominador común: la menopausia.

Aunque inicialmente son síntomas que no presentan gravedad, si que supone un cambio en la forma de vida de aquellas mujeres que tienen que convivir con ellos.

En la actualidad, cada vez más mujeres y profesionales limitan el consumo de medicamentos de síntesis: el abuso de diversos fármacos, el conocimiento de los efectos adversos, o la aparición de resistencias, se han convertido en argumentos suficientes para que las personas busquen otro tipo de soluciones, soluciones más naturales.

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