¿Qué le pasa al cuerpo humano cuando sufre temperaturas de hasta 40 ºC?
Cuando el sol aprieta y las temperaturas suben, el cuerpo humano pone en marcha una batería de respuestas encaminadas a disipar calor y a mantenerse alrededor de su temperatura habitual de cerca de 37 grados centígrados.
Todo este conjunto de mecanismos, conocido como termorregulación, está encaminado a mantener la estabilidad de las condiciones del cuerpo (homeostasis), para que no se produzcan daños o errores en el funcionamiento del organismo.
Así, cuando sufrimos temperaturas elevadas de cerca de 40 grados centígrados y el sol nos castiga, hay un punto crítico a partir del cual el organismo comienza a defenderse.
De un modo similar al del termostato de un climatizador, cuando el cuerpo detecta que la piel está por encima de cierta temperatura, comienza a hacer lo posible por refrescarse.
El hipotálamo, una región del cerebro que controla funciones vitales básicas, activa la respuesta de sudación, que consiste en la secreción de agua y sales (sudor) para disipar el calor de la piel.
Este «truco» aprovecha que el agua tiene un elevado calor de vaporización, es decir, que al evaporarse absorbe mucho calor, y por eso sudar o bañarse genera esa sensación refrescante.
Además de empapar la camiseta, el hipotálamo activa otra respuesta conocida como vasodilatación periférica o cutánea, que es lo que ocurre cuando la piel se enrojece y nos ponemos colorados cuando hace calor o cuando hacemos ejercicio y generamos un exceso de calor.